"Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio"
Hoy es un día "especial". Hoy, es el último día en el que tendremos al frente de nuestro país a un gobierno socialista con Zapatero al frente. Hoy, es el último día antes de que se produzca ese cambio que el PP tan alto se ha dedicado a proclamar durante su campaña electoral. Pero, si lo miramos con perspectiva, creo que todos nos daremos cuenta de que un cambio de esta envergadura no tiene porqué ser positivo.
Hace unas horas vi en una página web una imagen bastante representativa de nuestra situación actual: aparecía Frankestein recogiendo flores con una niña. La niña le dice al monstruo que está sorprendida, ya que ella creía que era malvado. Frankestein la mira sonriente y le responde que lo que ocurre es que está en plena campaña electoral.
¿Qué es lo que quiero decir con esto? Que es absurdo fiarse de las promesas de un partido que ha sacado soluciones repentinas a nuestras desgracias sociales sólo durante las últimas semanas. Para confiar en uno u otro partido no basta con ver un par de meetings y dejarse convencer con palabras bonitas justo antes de las elecciones. Lo importante hoy es saber discriminar entre mentiras y verdades, y reflexionar sobre las trayectorias de estos partidos a lo largo de los últimos años. Con esto no quiero dar la impresión de estar defendiendo al PSOE, ni mucho menos... pero tampoco le daré carta blanca al PP cuando lo único que he visto en los ultimos 8 años han sido disputas tontas entre ambos partidos sin que ninguno de los dos propusiera soluciones contundentes.
Yo soy partidaria de apoyar a aquellos partidos minoritarios que, mientras que Zapatero y Rajoy se tiraban los trastos a la cabeza en discusiones basadas en "si", "no", "eres tonto", "tú lo eres más"... se dedicaron a proponer medidas adecuadas a nuestros problemas tanto sociales como económicos. El problema reside en que estos partidos tienen su aparición absolutamente vetada en la mayoría de los medios de comunicación. Es por esto por lo que hemos de huir del control bipartidista que se está ejerciendo sobre el monopolio de los medios de comunicación y por lo que, una vez más, nos toca a nosotros ser los encargados de ejercer como transmisores de toda aquella información que creamos importante. Hoy en día sólo Internet sigue siendo medianamente libre, y tenemos la suerte de que las redes sociales están llenas de seguidores de estos pequeños partidos. Somos esos seguidores los que debemos tomar el control y transmitir sus voces a nuestros padres y abuelos. Porque si no tomamos el control hoy, nadie lo hará por nosotros mañana.
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